Origami, en definición sin muchos tecnicismos es plegar papel, con este nombre lo conocen se conoce en todo el mundo y es un regalo de los japoneses. Para los plegadores de habla hispana, es “Papiroflexia” el término a usar.
En ambos casos, se tiene un solo fin, una figura hecha de papel, con la estética de lo figurativo; eso que se vemos conocemos, flora, fauna, objetos comunes. Puede hacerse geometría, desde los sólidos de Platón a teselaciones en patrones infinitos.
He hecho origami en
los últimos 20 años al menos, pasando desde piezas muy básicas a grandes
pliegues intrincados, el tiempo me dijo que doblar papel me daría estrategias
para el arte.
Hoy en día ya no
pliego solo papel, me atrevo a plegar piezas de metal, como bronce o acero,
usando los conocimientos de esta milenaria técnica he podido transpolar sus volúmenes
y geometría a experiencias artísticas diferentes.
Aun investigo si es
factible usar el término de origami para estos pliegues metálicos, o debo hacer
uso del “Fold forming” que es característico de la orfebrería contemporánea.
El fold Forming
permite plegar piezas de metal e incurrir en una estética similar a la del
origami, doblez tras doblez, martillo y mucho fuego hacen que el bronce se transforme
y se vuelva papel en manos conocedoras.